Existen tres características básicas que determinan la adecuación de un instrumento financiero a un inversor en concreto y que están determinadas en función del perfil de este:
- Liquidez: consiste en la facilidad y certidumbre de su rápida conversión en dinero sin sufrir perdidas. Sobre todo dependerá de que exista un mercado donde se pueda negociar dicho instrumento.
- Rentabilidad: se basa en la capacidad del instrumento financiero de producir rendimientos.
- Seguridad: radica en la probabilidad de que, al llegar el vencimiento del instrumento financiero, el emisor devuelva el crédito concedido. Es decir, la seguridad depende de la solvencia futura del emisor
El mix de estas tres características principales determinara el tipo de instrumento financiero del que se trata. Obviamente, no se puede esperar encontrar un IF con alta rentabilidad, gran seguridad y elevada liquidez. Siempre acabaran primando unas en detrimento de otras.
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